Pyongyang lanzó este martes un misil balístico de corto alcance que cayó en el mar de Japón, según confirmó el Estado Mayor Conjunto de Corea del Sur. El proyectil recorrió aproximadamente 400 kilómetros antes de impactar en aguas internacionales, fuera de la zona económica exclusiva japonesa. Este nuevo ensayo armamentista ocurre en un contexto de creciente tensión militar en la región.
El gobierno de Japón condenó el lanzamiento y lo calificó como una “provocación inaceptable” que representa una amenaza directa para la seguridad regional. Tokio también expresó su preocupación por la frecuencia con la que Corea del Norte realiza pruebas similares, lo que podría escalar el conflicto en la península coreana y alterar el equilibrio estratégico en Asia-Pacífico.
Por su parte, Estados Unidos reafirmó su alianza con Corea del Sur y Japón, y aseguró que tomará “todas las medidas necesarias” para garantizar la defensa de sus aliados. El Comando del Indo-Pacífico estadounidense informó que está monitoreando la situación en estrecha coordinación con sus socios en la región. Hasta el momento, no se han reportado daños a embarcaciones o aeronaves civiles.
Este lanzamiento coincide con la realización de ejercicios militares conjuntos entre Corea del Sur y EE.UU., los cuales son vistos por Pyongyang como una amenaza directa a su soberanía. Observadores internacionales advierten que esta dinámica de provocación y respuesta podría desencadenar una nueva crisis diplomática si no se retoman los canales de diálogo suspendidos desde 2019.