Sin Mbappé, sin equipos ingleses ni españoles, el torneo europeo tendrá un campeón poco anticipado
MÚNICH — Contra todo pronóstico, el Paris Saint-Germain y el Inter de Milán se enfrentarán en la final de la Liga de Campeones el próximo 31 de mayo en el Allianz Arena, en lo que muchos consideran una de las definiciones más inesperadas del torneo europeo en los últimos años. La ausencia de gigantes como Real Madrid, Bayern Múnich o cualquier club de la Premier League le da un matiz especial a esta edición.
Ambos equipos iniciaron la temporada fuera de la lista de favoritos. El PSG, inmerso en una nueva era tras la salida de Mbappé, Messi y Neymar, apenas logró clasificar a la fase eliminatoria. Pero con una base joven liderada por talentos como João Neves y Désiré Doué, los parisinos vencieron sucesivamente a Liverpool, Aston Villa, Arsenal y Manchester City para instalarse en su segunda final europea.
El Inter, por su parte, ha vuelto a la final con un plantel sin estrellas rutilantes, pero con una solidez colectiva admirable. Tras perder la final en 2023 ante el Manchester City, los italianos —propiedad del fondo estadounidense Oaktree— buscan ahora su cuarta Copa de Europa. A pesar de problemas financieros recientes, el club ha encontrado estabilidad en el terreno de juego.
Más allá del prestigio deportivo, el premio económico también es significativo. El campeón podría embolsarse más de 170 millones de dólares, sin contar lo que ambos equipos podrían ganar en el Mundial de Clubes de la FIFA este verano en Estados Unidos. Esta edición del torneo internacional será una vitrina importante para atraer a las comunidades latinas que siguen de cerca a estos clubes.
Con dos proyectos muy distintos —el poder económico catarí del PSG y la recuperación estructural del Inter— esta final simboliza el nuevo rostro del fútbol europeo: más impredecible, con planteles renovados y abierto a sorpresas. Y para los fanáticos latinos en EE. UU., es una oportunidad única de vivir una final distinta, con sabor internacional y sin los sospechosos habituales.