San Francisco, 30 ago. — Desde este viernes entró en vigor la ley que prohíbe que las casas rodantes permanezcan estacionadas por más de dos horas en las calles de San Francisco. A partir de noviembre, la ciudad podría comenzar a remolcar los vehículos que no cumplan con la norma.
Muchos residentes que viven en casas rodantes expresan preocupación por la medida. Santos Dzip, quien vive en una de ellas, explicó:
“Yo tengo pájaros, tengo perros, no es fácil, por eso estoy acá, porque en un apartamento no puedo tener pájaros ni perros y la contabilidad sale $100 por un perro”.
El alcalde Lurie aseguró que existen recursos para ofrecer viviendas permanentes, temporales y albergues a las familias afectadas. También se contempla la posibilidad de comprar las casas rodantes a sus dueños, aunque varios afectados consideran que no es una solución real.
Ante el clima antiinmigrante y la incertidumbre sobre su futuro, algunos residentes ya evalúan medidas más drásticas para protegerse.
Esta nueva ley ha encendido el debate sobre el derecho a la vivienda, la protección de mascotas y la vida en la calle, mientras la ciudad busca equilibrar orden público y la seguridad de quienes viven en casas rodantes.
