En el marco del Día de la Madre, un nuevo análisis del Observatorio del Instituto de Ciencias del Bienestar Integral (ICBI) reveló que las mujeres mexicanas que son madres enfrentan mayores barreras laborales, con sueldos hasta 40 % más bajos, menor acceso a puestos de liderazgo y altos niveles de estrés derivados de la doble carga laboral y de cuidados no remunerados.
Testimonios como el de Jimena, una profesional a la que se le negó un ascenso por estar embarazada, ilustran cómo la cultura empresarial en México aún penaliza la maternidad. «No les gustó que, si me ascendían, me fuera de inmediato por licencia de maternidad», contó, ocultando su nombre real por temor a represalias.
El estudio detalla que, aunque el 70 % de los hombres en puestos directivos son padres de niños pequeños, solo el 24 % de las mujeres en esas mismas posiciones lo son, según datos de la Organización Internacional del Trabajo. La brecha también se refleja en los salarios: madres jóvenes ganan significativamente menos que hombres padres o mujeres sin hijos.
Además de las consecuencias económicas, la sobrecarga de tareas de cuidado —más de 22 horas semanales en promedio— afecta la salud mental de las madres, especialmente a partir de los 35 años. La especialista Rosalinda Ballesteros urgió a las empresas a implementar políticas que reconozcan y reduzcan estas desigualdades.
Para las comunidades latinas en Estados Unidos, donde muchas mujeres migran para apoyar a sus familias desde el extranjero, estas cifras subrayan la importancia de seguir abogando por equidad laboral, tanto en México como en todo el continente.