Washington D.C., julio 2025 — El Senado de Estados Unidos aprobó por estrecho margen la denominada “Gran y Hermosa Ley”, una de las reformas más ambiciosas del expresidente y candidato republicano Donald Trump, que plantea profundas transformaciones en materia fiscal, migratoria, social y de seguridad.
La legislación, que aún debe ser refrendada por la Cámara de Representantes, contempla recortes de impuestos, exenciones para trabajadores con propinas y horas extra, así como la creación de las llamadas “Cuentas Trump”, cuentas de ahorro con beneficios fiscales para educación, vivienda o capacitación.
En el plano migratorio, la ley destina más de $170 mil millones para reforzar la seguridad fronteriza, construir nuevas barreras físicas, contratar miles de agentes y endurecer los procesos de detención y deportación. Además, impone nuevos impuestos a las remesas (hasta 5 %) y eleva las tarifas migratorias, incluyendo un cargo de $1,000 para solicitudes de asilo.
El proyecto también incluye fuertes recortes a programas sociales como Medicaid y SNAP, con nuevos requisitos laborales para sus beneficiarios. Se estima que entre 8 y 12 millones de personas podrían perder cobertura médica.
En materia de defensa, se autoriza una inversión récord para la “Cúpula Dorada” antimisiles y se incrementa el presupuesto militar en $150 mil millones. Paralelamente, se reducen los incentivos a energías renovables y autos eléctricos, mientras se promueve el carbón y la producción nacional de acero.
Economistas advierten que el costo total de la ley podría incrementar el déficit federal en hasta $4.5 billones en la próxima década, lo que ha generado preocupaciones en los mercados financieros.
La medida ha sido celebrada por aliados conservadores como un “renacimiento económico” y criticada por sectores progresistas como una “ley regresiva y antiinmigrante”.
