La celebración del Pride 2025 comenzó incluso antes de poner un pie en San Francisco. Abordamos el BART desde East Bay(Orinda, California) poco antes del mediodía, y desde ese momento algo en el ambiente indicaba que no era un domingo cualquiera. Los vagones iban llenos, pero no con el silencio habitual del transporte público: se sentía una energía diferente, contagiosa. La mayoría de los pasajeros llevaban camisetas, banderas o algún detalle en apoyo a la comunidad LGBTQ+. Sonrisas, maquillaje brillante y miradas de complicidad se cruzaban entre desconocidos.
Al llegar a la estación Civic Center y subir las escaleras eléctricas, los sonidos se transformaron en aplausos. Desde Powell Street hasta las calles del centro, cada grupo que desfilaba era recibido con vítores y una ovación constante. El calor era intenso, pero no restaba entusiasmo. Al contrario, parecía potenciarlo.

Los negocios de la zona estaban decorados con banderas arcoíris, y muchos comerciantes aprovecharon para vender agua, bebidas frías y comida rápida. La ciudad se había vestido de orgullo no solo en sus calles, sino también en sus escaparates y en la actitud de quienes la habitan.
Este año, las grandes empresas tecnológicas con sede en la Bahía marcharon junto a sus empleados LGBTQ+, reafirmando su respaldo en un contexto político complejo. También se sumaron agencias de servicios públicos, bibliotecas, bomberos y escuelas. El alcalde de San Francisco, Daniel Lurie, desfiló rodeado de pancartas que hablaban de amor, derechos y dignidad.

Pero la marcha no terminó en el asfalto. Después del desfile, miles se reunieron frente al Civic Center para seguir celebrando, ahora con música en vivo, discursos y encuentros espontáneos entre personas que quizá solo se verán una vez, pero que ese día compartieron algo más profundo que la geografía: compartieron orgullo.
Esta crónica nace desde el trayecto en tren hasta el corazón vibrante de la ciudad, y cada una de las diez fotos que la acompañan es una ventana a ese domingo donde San Francisco volvió a ser faro de diversidad, resistencia y alegría.




